First Man – El primer hombre

Imagínate ser lanzado al espacio atado al frente de lo que es, a todos los efectos, una bomba masiva que es controlada por equipos con menos tecnología que un teléfono móvil moderno! Sería una experiencia angustiosa, pero es una que fue soportada una y otra vez por los astronautas de los primeros días de la carrera de los Estados Unidos hacia la luna, el proyecto Apolo. Esta experiencia fuera del mundo es capturada brillantemente en First Man, de Damien Chazelle, una buena adaptación de la biografía de James R. Hansen First Man: La vida de Neil A. Armstrong, que abarca el período que precede al vehículo de alunizaje lunar del Apolo 11, The Eagle, que transportó a los primeros hombres a la superficie de la luna el 20 de julio de 1969. 

A partir de 1961, la secuencia de apertura te pone en el asiento del piloto mientras nos lanzamos a través de la atmósfera terrestre con Armstrong (Ryan Gosling) mientras su avión de prueba vibra y se estremece en el espacio exterior antes de descender a un duro aterrizaje en el desierto. La escena muestra inmediatamente que se trata de un hombre que puede mantener la calma bajo una fuerte presión. Pronto se hace evidente que también es un devoto hombre de familia enamorado de sus dos hijos, y en particular de su hija muy enferma, Karen, y que cuenta con el apoyo de una esposa fuerte y cariñosa, Janet (Claire Foy). Tras la prematura muerte de su hija, Armstrong parece inmerso en un profundo dolor que lo hace insular y se lanza a su trabajo. Cuando llega la oportunidad de ofrecerse como voluntario para convertirse en astronauta en el naciente programa espacial, aprovecha la oportunidad porque, por mucho que esté entusiasmado con el programa, mantenerse ocupado y presionarse a sí mismo mantiene su dolor a raya.